Sve Francesca: «una riqueza que no se puede valorar»

 

Mi deseo de vivir una experiencia en el extranjero me llevó a Málaga en septiembre de 2003. No conocía el idioma ni la ciudad y llegué con mucha ilusión. Me acogió una asociación juvenil en un barrio un poco difícil donde los jóvenes no tienen oportunidades aún si la universidad está muy cerca. Todo mi deseo de aprender idioma y cultura fue realizado.

Encontré personas de diferentes países desde Marruecos hasta Rumanía y Finlandia y viví experiencias de trabajo y humanas que todavía llevo en el corazón. Mi tutora se volvió con el tiempo una amiga con la que compartí muchas otras ideas y proyectos también en América Latina. Pasaron 13 años pero tengo todavía claro lo que me regaló aquel viaje: una riqueza que no se puede valorar… Gracias Málaga, gracias Ana Belén, gracias Iniciativa Internacional Joven!