Experiencia de intercambio juvenil en Lituania

Llegaba agosto y desde hace tiempo se removía en mí, esa sensación de colaborar en algún proyecto. Todos los que somos voluntarios per se, con ganas de aportar en la sociedad y abrir nuestra mente a otras culturas, no nos conformamos con un simple viaje (a veces, viene bien). Hay algo más que nos mueve a dar y recibir en experiencias que hagan de este mundo un poco más solidario.

Sobre el mes de Julio contacté con Iniciativa Internacional Joven, quienes estaban buscando voluntarios en un proyecto sobre cómo ser un buen ciudadano en la sociedad actual. Llevado acabo por una organización sin ánimo de lucro de Lituania, concretamente Kaunas. No entraba dentro del rango de edad para ser participe, pero sí como rol de líder del grupo español.

Nos embarcamos 5 personas desconocidas a la aventura, ya que nuestro encuentro antes de partir fue apenas unas horas en la sede de IIJ para asesorarnos y explicarnos el funcionamiento. A la semana nos volveríamos a encontrar en el aeropuerto, para asomarnos conjuntamente por las ventanillas del avión.

María. Con su tranquilidad, dulzura e inteligencia hacía que aprendiéramos de su creatividad y profundidad interna. Una mujer que abraza el alma y te saca lo mejor de ti.

Laura. Una mujer fuerte, generosa y magnifica. Ante situaciones adversas durante el proyecto, fue un punto de apoyo en las tomas de decisiones significativas.

Jaime. Nuestro hombre anglosajón de nacimiento Malagueño. Experto en inglés, nos traducía situaciones complicadas a nivel lingüístico. Aportaba un toque irónico a cada hecho del día.

Álvaro. Constante, correcto, colaborador, implicado, social, y otras características que le dan el perfil idóneo para participar en cualquier proyecto que se le proponga. Era la perfección que ponía siempre la veleta hacia el norte.

Todos teníamos algo especial y diferente, y eso nos hizo funcionar. Pero sobre todo la disposición de comunicarnos e intentar ponernos en el lugar del otro. Haciendo de este proyecto, uno de los más increíbles en los que haya participado. Fuimos un grupo genial y me alegro haber sido la líder.

A parte del grupo español, existía Jon, un chico de Donostia. Nos lo encontramos de sorpresa a nuestra llegada a Lituania, considerándolo de nuestro grupo desde el primer día, aportando tranquilidad y madurez.

Así que podemos decir que, en total, el grupo español éramos 6 personas; tomando decisiones continuas, participando en todas las actividades del proyecto, organizándonos los trenes y vuelos, representando nuestro país, comprando, cocinando, conviviendo. No sólo el grupo español, sino que a la vez esto que sucedía en una micro atmósfera se ampliaba a otro escenario con otros participantes de seis países diferentes. Durante diez días seguidos en Lituania, Kaunas.

Dimos la impresión en el encuentro, que el grupo español nos conocíamos desde hace años. Cuando lo único que hubo fue respeto, escucha, colaboración, empatía y comunicación.  Un aprendizaje en un sinfín de aspectos tanto a nivel grupal español como con los otros 50 participantes de otras culturas, con las que convivíamos y entrelazamos uniones que se recuerdan toda la vida.

Agradezco en mayúsculas a la organización acogedora de Lituania y todos los países participantes. Desde mi punto de vista ha sido uno de los mejores proyectos en los que he participado. Por la estancia, la comida, la organización, las actividades, la coordinación, el trabajo, los participantes y la acción social. Han creado un bienestar intercultural en el cual, no existió ningún tipo de conflicto entre un grupo tan heterogéneo y numeroso.

Y muchísimas gracias a Iniciativa Internacional Joven, por darnos la oportunidad de poder participar y confiar en nosotros.

 

 

SAIDA GONZÁLEZ REBOLLO